Datos del viaje
La Bretaña francesa, región que ha sabido conservar su esencia medieval
Viajar a la Bretaña francesa es transportarse a la Edad Media. Sus construcciones de piedra y madera observan impasibles el paso del tiempo. Imponentes fortalezas y numerosos castillos salpican toda esta región. Y es que, hubo un tiempo en el que la Bretaña tuvo que defenderse de numerosas guerras. La Bretaña francesa es una tierra de leyendas en las que se mezclan de maravilla tradiciones y autenticidad.
Cultura y arte y una excelente gastronomía la encontramos en sus pequeños pueblos de costa o del interior. Gracias a ellos, se ha conservado la arquitectura típica de la época, ayudados por las grandes fortificaciones que los rodean. Un entramado de canales permiten recorrer y conocer algunos de los pueblos del interior a través de pequeñas embarcaciones fluviales.
Los dominios de esta región de Francia guardan celosamente algunas de las joyas medievales más importantes de toda Europa. Ciudades amuralladas, castillos, fortalezas y catedrales de infinita belleza gótica configuran un panorama arquitectónico único, que junto a Carnac, centro mundial de la cultura megalítica y St. Michel, Patrimonio de la Humanidad, hacen las delicias de los amantes de la Historia del Arte.
Este viaje a tu aire incluye vuelo y vehículo de alquiler (Fly & drive).
Descripción
Viajar a la Bretaña francesa es transportarse a la Edad Media. Sus construcciones de piedra y madera observan impasibles el paso del tiempo. Imponentes fortalezas y numerosos castillos salpican toda esta región. Y es que, hubo un tiempo en el que la Bretaña tuvo que defenderse de numerosas guerras. La Bretaña francesa es una tierra de leyendas en las que se mezclan de maravilla tradiciones y autenticidad.
Cultura y arte y una excelente gastronomía la encontramos en sus pequeños pueblos de costa o del interior. Gracias a ellos, se ha conservado la arquitectura típica de la época, ayudados por las grandes fortificaciones que los rodean. Un entramado de canales permiten recorrer y conocer algunos de los pueblos del interior a través de pequeñas embarcaciones fluviales.
Los dominios de esta región de Francia guardan celosamente algunas de las joyas medievales más importantes de toda Europa. Ciudades amuralladas, castillos, fortalezas y catedrales de infinita belleza gótica configuran un panorama arquitectónico único, que junto a Carnac, centro mundial de la cultura megalítica y St. Michel, Patrimonio de la Humanidad, hacen las delicias de los amantes de la Historia del Arte.
Destacados
- Visitar Saint Maló y Mont Saint Michele
- Visitar Pont Aven, uno de los pueblos más bellos de Francia
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