Para esta Ruta Naturalista en grupo por Tenerife y La Gomera, de senderismo y observación de la naturaleza, empezamos por la isla de La Gomera. En el interior hay una de las reliquias de las islas, el Parque N. de Garajonay, una auténtica selva brumosa. También uno de los valles más bellos que podamos conocer, el “ValleGran Rey” que caminaremos hasta las mismas playas del Atlántico. Pueblecitos como Agulo o Hermigua, donde degustaremos el célebre queso o descubrir la interesante artesanía cerámica.
Más tarde llegaremos a Tenerife. En este viaje activo nos instalaremos en un bonito hotel en La Laguna donde descubriremos la “otra cara” de esta isla. Los bosques de fayal brezal de la cordillera de Anaga, los cultivos en terrazas y los antiguos caseríos. Sin olvidar los desérticos y fabulosos paisajes volcánicos del Parque Nacional del Teide, un verdadero contraste con las selvas de Anaga.
Además de la naturaleza exultante, descubriremos las costumbres isleñas, su cocina más típica: los sancochos, las “papas arrugadas”, pescados como “la viejita”, los mojos, la miel de palma y cómo no, los exquisitos vinos de Tacoronte o de Acentejo y a la vez nos damos unos buenos baños en sus playas. Espesa vegetación, bosques milenarios, una flora única en el mundo, costas de todas las tonalidades. Paisajes volcánicos de curiosas formas, tradición, cultura y hospitalarias gentes orgullosas de su tierra.
Una mirada naturalista sobre Tenerife y La Gomera
En esta ocasión os ofrecemos un recorrido de senderismo y naturaleza por dos de las islas con mayor riqueza natural y paisajística del océano Atlántico: las islas de Tenerife y La Gomera. Escarpes llenos de frondosa vegetación, costas de todas las tonalidades, bosques milenarios y una flora única en el mundo. Explanadas de materiales volcánicos de las más curiosas formas, tradición, cultura y unas gentes tan hospitalarias como orgullosas de su tierra.
La Gomera
Nuestro periplo comenzará dando un salto a la isla de La Gomera. La preciosa isla de La Gomera guarda en su interior una de las reliquias de las islas, el Parque Nacional de Garajonay. Una auténtica selva brumosa… y uno de los valles más hermosos que podamos conocer el “Valle Gran Rey” que caminaremos hasta las mismas playas del Atlántico. Conoceremos pequeños pueblos que guardan tradiciones seculares como Agulo o Hermigua, en donde podremos degustar el famoso queso de la isla o descubrir la curiosa artesanía en cerámica.
Tenerife
Después nos espera la isla de Tenerife. Vamos a descubrir la “cara oculta” de esta isla. De seguro nos sorprenderemos con los bosques de fayal brezal de la cordillera de Anaga. Partiendo de antiguos caseríos y cultivos en terrazas descenderemos el Barranco de Masca por un sendero que nos lleva directamente al mar donde una pequeña embarcación nos recogerá para partir en busca de las inolvidables colonias de delfines y ballenas “piloto” que habitan en esta zona. Por supuesto, como no puede ser de otra manera, no dejaremos atrás los desérticos e impresionantes paisajes volcánicos del Parque Nacional del Teide.
Un programa para disfrutar no sólo de la exultante naturaleza sino también para recrearnos con las costumbres isleñas, degustar su cocina más típica: los sancochos, las “papas arrugadas”, los diferentes mojos, pescados como “la viejita”, la miel de palma y excelentes dulces y, cómo no, los exquisitos vinos de Tacoronte, de Acentejo o de Lanzarote… a la vez que entre sendero y sendero nos damos unos buenos chapuzones en sus playas magníficas.
Resumen
Empezamos nuestro viaje en grupo por la isla de La Gomera. En el interior hay una de las reliquias de las islas, el Parque N. de Garajonay, una auténtica selva brumosa… y uno de los valles más bellos que podamos conocer, el “ValleGran Rey” que caminaremos hasta las mismas playas del Atlántico. Pueblecitos como Agulo o Hermigua, donde degustaremos el célebre queso o descubrir la interesante artesanía cerámica.
Más tarde llegaremos a Tenerife. En este viaje activo nos instalaremos en un bonito hotel en La Laguna donde descubriremos la “otra cara” de esta isla. Los bosques de fayal brezal de la cordillera de Anaga, los cultivos en terrazas y los antiguos caseríos, los desérticos y fabulosos paisajes volcánicos del Parque Nacional del Teide, un verdadero contraste con las selvas de Anaga.
Además de la naturaleza exultante, descubriremos las costumbres isleñas, su cocina más típica: los sancochos, las “papas arrugadas”, pescados como “la viejita”, los mojos, la miel de palma y cómo no, los exquisitos vinos de Tacoronte o de Acentejo y a la vez nos damos unos buenos baños en sus playas. Espesa vegetación, bosques milenarios, una flora única en el mundo, costas de todas las tonalidades, paisajes volcánicos de curiosas formas, tradición, cultura y hospitalarias gentes orgullosas de su tierra.
Destacados
- Parque Nacional de Garajonay
- programa que incluye dos islas
- atravesar un bosque de laurisilva
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